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Viernes, 22 Diciembre 2017 00:00

Archivos sexuados: la documentación de la sexualidad y el género en Tábula 20

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Generalmente afrontamos el sexo desde la perspectiva genital. Pero el sexo tiene también connotaciones sociales. Las sociedades siempre han determinado a quien se podía tener de pareja y a quien no y qué actividades sexuales se consentían y cuáles no. Muchos de los testimonios documentales de la sexualidad que se conservan los archivos se explican con base a esa dimensión represiva y al desempeño de unos papeles tradicionales

En la actualidad, ya no se castigan intensamente las otras opciones sexuales y las nuevas tecnologías han quebrado muchos tabúes. Somos más desinhibidos sexualmente, aunque las viejas ideas continúan estando vigentes. Muchas disciplinas han hecho del sexo objeto de su estudio, pero en el archivo lo seguimos escondiendo. No sabemos los discursos sexuales que los archivos, como reflejo de las instituciones de poder, han construido; desconocemos la marginación de la documentación sexual a la que se situó fuera de los archivos, incluso de los personales; y nos falta conocimiento sobre las preservaciones de archivos realizadas para documentar y proteger a las minorías y a las victimas sexuales con el fin de promover, ente otras cosas, su reconocimiento y la justicia.

Al estudiar en Tábula el tema de la sexualidad y el género en la documentación hay que reiterar el enorme poder que supone el registro de la información. Millet lo ejemplifica recurriendo a la institucionalización del sexo que supone la anotación registral del nacimiento de una persona. Al categorizarla como niño o niña se le está atribuyendo a un grupo de privilegiados (hombres) o de subordinadas (mujeres). Asimismo, debemos reseñar la influencia del contexto, con la construcción social de las prácticas sexuales y de las relaciones de género. Si la sociedad ha conformado una sexualidad represiva la documentación testimoniará ese tipo de interpretación. Como hemos señalado el discurso oficial calificó como aberraciones los comportamientos que tenían como fin el goce sexual fuera de la función reproductora al significar un peligro individual y social. Los archivos, por consiguiente, registraron la persecución y coerción a aquellos que trasgredieron las normas que fijaban las actividades sexuales que se debían practicar.

Con este número de Tábula hemos pretendido acercarnos al estudio de los discursos sexuales que se contienen en los archivos y a revelar los procesos archivísticos que se han establecido por nuestra forma de percibir el sexo. Esta es nuestra modesta contribución al análisis de la sesgada e injusta narrativa del sexo que los archivos han levantado y a la consiguiente lucha para combatirla con la actividad profesional.

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