El carbono era, hasta los siglos IV y V, el componente principal y básico de la tinta o, al menos, eso se creía hasta ahora, cuando un estudio de la Universidad de Copenhague ha demostrado que en diversos fragmentos de papiros egipcios, elaborados hace aproximadamente 2 milenios, la tinta negra también contenía cobre.
Además, dichos fragmentos se encuentran realizados en un periodo de 300 años y en diferentes regiones, lo que descarta que esta elaboración de la tinta se realizara únicamente en determinados periodos de tiempo o en algunas localizaciones, estableciendo que se utilizaba en todo Egipto desde, aproximadamente, los siglos II a.C. – I d.C.
Por último, debe aclararse que no todas las tintas de los fragmentos son idénticas y que, incluso dentro de cada fragmento, se observan diferencias. No obstante, esto es beneficioso puesto que permitirá la identificación de fragmentos pertenecientes a manuscritos o secciones específicas en función de su tinta, así como mejorar la preservación de este tipo de materiales al conocer su composición.
Alberto Fraile