Todos sabemos que aún hoy existen Ayuntamientos en los que la figura del archivero profesional brilla por su ausencia. En estos entornos, a veces por falta de fondos y otras veces por mera desidia, una vez perdida la utilidad para la gestión diaria de la corporación los documentos dejan de tener relevancia. Sin ir más lejos, estoy seguro de que muchos de vosotros habéis residido en un pequeño municipio cuyo archivo no deja de ser un montón de papeles apilados en cajas a lo largo de años, relegados a un habitáculo remoto donde no molestan demasiado…
De cualquier manera, ¿alguna vez os habéis preguntado cómo funcionan -o deberían funcionar- las políticas de preservación, conservación y restauración aplicadas a este tipo de fondos documentales?
Si sentís curiosidad, aquí os dejamos un estupendo artículo de Javier Bueno Vargas y Elena Vázquez Jiménez publicado en ARCH-E, en el que abordan la problemática de la conservación de fondos documentales tomando como ejemplo los archivos municipales de poblaciones de pequeño y mediano tamaño.
BUENO VARGAS, Javier y VÁZQUEZ JIMÉNEZ, Elena. Archivos municipales en pequeñas y medianas poblaciones: principales materiales y pautas básicas para la
Carlos Díaz Redondo