Tombuctú es una ciudad cercana al río Níger, en la región del mismo nombre, en la República de Malí. Su situación geográfica hace de la ciudad un punto de encuentro entre África occidental y las poblaciones nómadas beréberes y árabes del norte. Tiene una larga historia como punto estratégico comercial al actuar como intersección de la ruta mercantil transahariana de norte a sur.
Pero la ciudad, además, cuenta con un patrimonio rico y diverso y un pasado fascinante, pues posee un gran archivo de textos escritos a mano en lengua árabe y en lenguas africanas producidos entre los siglos XIII y XX. Su fondo documental y bibliográfico constituye un valiosísimo depósito de toda la producción académica de África occidental y el Sahara. Reconociendo su importancia como sitio representativo de la arquitectura africana y de su pasado académico, la Unesco declaró Tombuctú Patrimonio de la Humanidad en 1990.
Actualmente es innegable que su patrimonio documental se encuentra algo deteriorado, debido a la destrucción del patrimonio cultural de la ciudad. Una serie de sucesos que tuvieron lugar en la ciudad histórica de Tombuctú (Malí) entre el 30 de junio de 2012 y enero de 2013 y que fueron perpetrados por grupos radicales. La destrucción se produjo en el marco de la Rebelión Tuareg de 2012, cuando la ciudad cayó en manos de varias organizaciones extremistas, al tiempo que el Estado de Malí perdió el control de ésta y de extensos territorios del país.
Se destruyeron mezquitas, bibliotecas, mausoleos y otros edificios históricos de la ciudad, además de miles de manuscritos preislámicos y medievales que en ellos se guardaban. Los textos, considerados tesoros de sabiduría, hablaban del Islam, pero también de astronomía, música, anatomía o botánica.
Por ello, se está llevando a cabo un importante proyecto financiado por Luxemburgo, cuyo objetivo es garantizar la protección y el acceso general al gran patrimonio cultural manuscrito que se encuentra en colecciones tanto públicas como privadas de la zona. De su época de esplendor se conservan en Tombuctú y sus alrededores entre 180.000 y 300.000 manuscritos, según las estimaciones, sobre todo en casas particulares, aunque desde los ochenta han abierto algunas bibliotecas públicas y privadas subvencionadas.
Cerca de 9.000 obras reagrupadas en el Fondo Katí fueron escritas por musulmanes expulsados de la península ibérica a finales del siglo XV, y narran la vida de ciudades españolas como Toledo o Córdoba. Estos manuscritos constituyen para Tombuctú y para Malí una fuente de legítimo orgullo, un tesoro celosamente guardado. La importancia de los manuscritos árabes para las gentes de Malí es tan real que todos los escritos en caracteres árabes presentan un personaje coronado.
La investigación y la traducción de los manuscritos de Tombuctú aún continúa en la actualidad. Sin embargo, el alcance del proyecto se está ampliando para abarcar culturas escritas de otras partes del continente africano. El proyecto, respaldado por la Universidad de Ciudad del Cabo (UCT) se dedica a investigar varios aspectos de la escritura y la lengua de las obras manuscritas de Tombuctú y sus aledaños, siendo conscientes de que la formación de jóvenes investigadores es una parte integral de su trabajo.
Si está interesado en saber más sobre el proyecto de los manuscritos de Tombuctú, haga clic aquí.
«El oro viene del sur, la sal del norte y el dinero del país del hombre blanco; pero los cuentos maravillosos y la palabra de Dios sólo se encuentran en Tombuctú».
Proverbio maliense
Cari Hernández López