Tan importante es la memoria del ser humano como los soportes físicos en los que con el paso del tiempo todos vamos dejando plasmadas nuestras experiencias. Nuestros recuerdos, resultado de las miles de actividades que dan forma a nuestras vivencias, quedan a menudo dispersos en nuestras casas. Con suerte, si eres una persona organizada, quizá ya hayas clasificado y ordenado tu archivo personal asumiendo que su conservación es tan importante como la conservación de tu memoria física. Si no lo eres, probablemente te interese saber que llegará un momento en el que ese archivo empezará a sufrir irremediablemente los estragos del paso del tiempo. Y cuando eso suceda, habrás deseado con todas tus fuerzas haber puesto más interés en conservarlo correctamente.
Pero tranquilo, no te alarmes. No está todo perdido. Afortunadamente, ya hay personas que han pensado que esto es algo que podría pasarnos a todos. Por eso hoy, desde ArchivPost, te recomendamos el siguiente recurso.
Se trata de unas utilísimas directrices, plasmadas en una serie de guías monográficas dirigidas a personas como tú y como yo, que el Instituto Americano para la Conservación de Obras Históricas y Artísticas (American Institute for Conservation of Historic and Artistic Works, AIC) proporciona a través de su página web para la buena conservación de todo tipo de patrimonio cultural -desde libros y documentos, hasta soportes audiovisuales como cintas de vídeo o fotografías-. Si aún no conoces este estupendo recurso, aquí lo tienes. Es hora de que pongas en práctica tus habilidades de conservador.
AMERICAN INSTITUTE FOR CONSERVATION OF HISTORIC AND ARTISTIC WORKS. Caring for your treasures [en línea]. Disponible en: http://www.conservation-us.org/about-conservation/caring-for-your-treasures#.Va5S8qTtmko
Carlos Díaz Redondo