La búsqueda en Google de la palabra archivo ofrece como primer resultado la definición de la Wikipedia en su acepción informática: “un archivo o fichero informático es un conjunto de bits que son almacenados en un dispositivo.” La versión inglesa (archive) devuelve directamente la URL de Internet Archive, según la misma Wikipedia “biblioteca digital gestionada por una organización sin ánimo de lucro dedicada a la preservación de archivos, capturas de sitios públicos de la Web, recursos multimedia y también software.”
El impacto de estos resultados y su percepción por parte de las personas usuarias es proporcional a la importancia de quien realiza la intermediación en la recuperación y presentación de la información: Google, la web con más accesos en el mundo, y Wikipedia, la web de contenidos más consultada, con miles de consultas por segundo las 24 del día.
Contrastan estos resultados con los esfuerzos de digitalización realizados por los archivos, y más concretamente por los archivos históricos. Una de sus consecuencias ha sido el aumento espectacular de sus documentos en línea, pero al mismo tiempo el descenso igualmente espectacular en la atención de consultas presenciales en la mayor parte de ellos.
Los archivos históricos no sólo afrontan la desmaterialización de los documentos y los retos de la preservación digital sino también la virtualización de sus usuarios y, al mismo tiempo, la competición por su identidad e interés público en medio del universo informacional digital. Lograr la visualización y promover el interés de la autenticidad de las fuentes documentales son nuevos retos, pero no los únicos. La vertiginosa evolución de la tecnología y los cambios de hábitos sociales hacen prever un gran impacto en los archivos históricos a corto plazo.
En Tábula queremos ir más allá de experiencias en digitalizar y publicar de contenidos en línea, o de usar las redes sociales. La intención es reflexionar sobre el rol de los archivos históricos y proyectarlo a las expectativas que nos depara el siglo XXI en los nuevos contextos sociales y tecnológicos y, por consiguiente, también repensar los servicios que prestan.
Los ámbitos de interés (no limitativos) para Tábula 2018 son:
Además de intentar dar repuesta, entre otras, a las siguientes preguntas:
Los textos a presentar pueden ser artículos de investigación o ensayos con una extensión recomendada de entre las 5.000 y 6.000 palabras. Para conocer las instrucciones de publicación consúltese http://acal.es/index.php/publicaciones/publica-con-nosotros. Los originales deberán presentarse a través de la plataforma http://publicaciones.acal.es antes del próximo 15 de julio.