Excavar supone destrucción. Los arqueólogos, a medida que excavan, van eliminando las pruebas de las pasadas sociedades cuya historia se quiere descubrir. Ante esta contradicción, la Arqueología recurrea la documentación como solu-ción. Cada uno de los pasos de las intervenciones arqueológicas (desde el propio campo hasta el laboratorio) se documenta con el objetivo de facilitar el trabajo de investigación de los arqueólogos. No obstante, desde el naci-miento de la disciplina, cuando los aventureros de los siglos XVII y XVIII “buscaban tesoros” hasta las excavaciones actuales que recurren a las tecnologías multimedia por su rigor y nivel de detalle, el método de documentación de una excavación arqueológica ha cambiado enormemente. Bárbara Freire del Castillo, en el articulo central de esta revista, realiza un breve recorrido por la historia de la investigación arqueológica y analiza los diferentes métodos de documentación utilizados en las excavaciones.
En la sección panorama abordamos la actualidad analizando una propuesta de tratamiento archivístico de fondos documentales sociales con el proyecto #Cuéntalo donde las mujeres explicaban, en primera
persona, casos de abuso sexual. También examinamos los 5 años de la Ley de Transparencia concluyendo el olvido que se hace de la gestión documental. Asimismo, abordamos temas
de acceso a los archivos militares, la documentación de la Fundación Franco y las campañas de conocimientos de los archivos en momentos de cambios políticos.
En metodologías nos planteamos los errores mas comunes en los casos de robos de datos, las medidas antirracistas en la descripción de archivos y la trascendencia que tienen la desaparición de documentos para la vida de las personas. Con el objetivo de contribuir al avance de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible tratamos de conocer y mapear cómo la actividad de las administraciones públicas se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Y finalmente las notas culturales están dedicadas a la puesta en valor del archivo de la Ópera Metropolitana de Nueva York, a los flujos de circulación de los manuscritos iluminados medievales y a dos
interesantes proyectos archivísticos el de arte (Lafuente) y el de la cultura gitana (RomArchive).
Feliz lectura