El VIII Congreso de Archivos de Castilla y León, centrado en los documentos y archivos en la era de los datos, ha sido un punto de encuentro para más de 200 profesionales de la información y la documentación, atraídos por las distintas ponencias, comunicaciones y mesas redondas repartidas en el programa.
Entre el 14 y el 16 de abril, hemos podido contrastar diferentes líneas de acción que ilustran los proyectos, experiencias y reflexiones de nuestra rica comunidad profesional.
Una vez finalizado el evento, el Comité Científico ha extraído las siguientes conclusiones:
1. La relevancia que tienen los datos abiertos, ya sea en entornos científicos (como los datos FAIR) o en ámbitos de transparencia y rendición de cuentas. De ello se deriva una necesaria vinculación con sus productores y también la necesaria colaboración de los archiveros en la determinación de las políticas de conservación.
2. Las nuevas perspectivas en el proceso de descripción de los objetos de información, en todo tipo archivos, pasando a un modelo relacional que ofrece, además de objeto, el contexto, un valor añadido que, aunque a veces ha sido desatendido, cobra un nuevo protagonismo.
3. Las oportunidades que ofrecen las leyes de transparencia. El preponderante rol de los archiveros, ya sea como delegados de protección de datos (DPD) o como soporte, dando acceso de forma activa.
4. La necesidad de considerar las particularidades de nuevos formatos documentales, especialmente orientados a explotación de datos, como es el caso del lenguaje BIM y sus diferentes representaciones; lo que obliga a plantear la necesaria actualización del Catálogo de Estándares del Esquema Nacional de Interoperabilidad, así como la protección de su autenticidad en origen, empleando el sello electrónico de persona jurídica.
5. La aparición de tecnologías novedosas para la gestión descentralizada de documentos y datos, significativamente la Tecnología de Registro Distribuido, por ejemplo en forma de Cadena de Bloques (DLT/Blockchain), que presenta oportunidades para la gestión documental pero también desafíos, en orden a la correcta gestión y conservación de estos nuevos objetos digitales
6. Los archivos encargados de la conservación de la documentación permanente se enfrentan a varias incertidumbres: las provocadas por la custodia, conservación, garantía de autenticidad y servicio de documentos y otras modalidades documentales en soporte electrónico; aquellas derivadas del desafío de atender y captar usuarios con motivaciones distintas a las del investigador tradicional y protocolos de búsqueda muy simplificados, y también las que presenta la correcta definición de un perfil profesional que corresponda a las nuevas necesidades y privilegie la capacidad de colaborar en grupos interdisciplinares como único medio de afrontar los retos tecnológicos y científicos que plantea un mundo centrado en los datos, cada vez más datacéntrico.
7. Las entidades locales exponen las dificultades en el mantenimiento de los sistemas necesarios para poder llevar a cabo la conservación, y han dado buena muestra de la orientación de sus profesionales a las fases iniciales de diseño de procedimientos y al necesario cambio de estrategia que hace evolucionar el concepto “archivo” al de unidades especializadas en la información.
8. El rol de los profesionales de la archivística y la gestión documental debe adaptarse a nuevos entornos: el control de la producción de la documentación, la visión por procedimientos, la comprensión de la organización y arquitectura de sistemas, y el acceso a los objetos de información, sean documentos estructurados o no estructurados. Sin que ello signifique desatender el perfil profesional que hasta ahora hemos desarrollado, cobra una mayor importancia la capacidad para gestionar estos datos.
9. Aún queda mucho trabajo por delante, pero ha quedado patente que desde nuestro ejercicio profesional se pueden aportar soluciones y valor añadido a las organizaciones y la sociedad. Debemos seguir en ello, pero sin descuidar que también necesitamos profundizar en el análisis teórico de la doctrina Archivística para ponerla a la altura de los tiempos, y que se plasme en una metodología sólida para afrontar nuestra tarea.
Hacemos nuestras las palabras de Adrián Cunningham en su magnífica ponencia con la que se ha puesto la guinda al Cacyl: "No podemos abandonar la lucha. Por cada tres fracasos, podemos tener un éxito. Esos éxitos merecen el esfuerzo, porque la lucha es de vital importancia. Hay mucho en juego para que renunciemos a la lucha".