Últimamente no hace más que aparecer en los medios de comunicación noticias sobre el Big Data. Podríamos definirlo como el conjunto de datos que no se pueden tratar en un tiempo adecuado por las herramientas normales que tenemos de bases de datos.

El objetivo que tiene es capturar, almacenar, buscar y ponerle valor a la información que se utilizaba mal hasta ahora o a la que no se podía acceder. Esto supone algo esencial para las empresas porque si no se trata la información correctamente, éstas pueden llegar a fracasar al necesitar información y los datos en un momento determinado. Si esto ocurriese retrasaría su trabajo.

La gran mayoría de empresas no gestionan sus datos de manera eficiente a pesar de que las nuevas tecnologías marquen su agenda. Por esta razón, las empresas tienen que cambiar y gestionar la información mejor, sobre todo si tenemos en cuenta que cada vez aparecen nuevos y mejores dispositivos.

El análisis de la información y tratamiento adecuado de los datos pueden permitir a las empresas predecir el comportamiento de sus clientes y sus necesidades, lo que ayudará en la evaluación de los productos y cuáles son las mejoras que deberían incluir en ellos. Además de esto, ayudará en la accesibilidad de la información en la propia empresa y la toma de decisiones más adecuadas.

Esto lo podemos aplicar a los bancos, pues podría ayudar a que se estudiase lo que el cliente hace, mezclándolo posteriormente con datos sobre éste y conseguir de esta forma adelantarse al cliente y a sus necesidades, de manera que se las pudieras ofrecer cuando lo va a necesitar.  Según Manuel Lavín, director de Adesis Netlife, se podría conseguir utilizando sistemas que mezclen la operativa del cliente con datos analíticos y respondan en tiempo real con propuestas.

Beatriz Mimosa