El proyecto Komikigunea ve la luz en el año 2004, cuando la Diputación de Donostia adquiere la colección de Luis Gasca, un donostiarra aficionado a los comics y creador de varias editoriales en San Sebastián. Nació con la finalidad de aunar en un solo espacio para el encuentro y la investigación a aficionados y creadores del mundo del cómic.

Su fondo está compuesto por más de 30.000 documentos, entre ellos: cómics, películas, dibujos, libros e infinidad de objetos que de una manera u otra, guardan relación con el cómic.

El centro ha recibido multitud de donaciones de fondos. Algunas de las más representativas fueron las del pintor catalán Pere Olivé, con más de 3.000 cómics y algunos dibujos originales y la de los herederos del pintor vasco Rotu Astrain.

Los sótanos del centro reúnen las condiciones de temperatura y humedad idóneas para la conservación de los fondos. En ellos se encuentra la "fanzinoteka", con la nada desdeñable cifra de 3.000 ejemplares que anteriormente se guardaban en el centro de arte contemporáneo Arteleku.

Gran parte de los documentos albergados en Komikigunea son cómics nacionales, pero también se pueden encontrar ejemplares de diferentes nacionalidades tales como: Británica, Americana o Francesa, y diversas curiosidades procedentes de Polonia, según explicó una trabajadora del centro.

Según los impulsores de Komikigune, uno de sus principales retos es completar la historia del cómic vasco. Todos los ejemplares anteriores al año 2000 se encuentran en el centro para ser consultados por aficionados e investigadores, mientras que los documentos posteriores a esa fecha se ofertan para préstamo en el centro Koldo Mitxelena, el cual está situado a escasos metros.

Komikigunea cuenta también con su propia página web, donde los aficionados pueden compartir opiniones, puntos de vista y hacer sugerencias.

Francisco Del Hoyo Calzada