La Memoria del Mundo es la memoria colectiva y documentada de los pueblos del mundo -su patrimonio documental- que, a su vez, representa buena parte del patrimonio cultural mundial. Traza la evolución del pensamiento, de los descubrimientos y de los logros de la sociedad humana. Es el legado del pasado a la comunidad mundial presente y futura. La Memoria del Mundo se encuentra en gran medida en las bibliotecas, los archivos, los museos y los lugares de custodia existentes en todo el planeta, y un elevado porcentaje de ella corre peligro en la actualidad. El patrimonio documental de numerosos pueblos se ha dispersado debido al desplazamiento accidental o deliberado de fondos y colecciones, a los botines de guerra o a otras circunstancias históricas. Algunas veces hay obstáculos prácticos o políticos que obstaculizan su acceso, y en otros casos pesa sobre él la amenaza de deterioro o destrucción. Las solicitudes de repatriación del patrimonio han de tomar en consideración las circunstancias, además de la justicia.
Los peligros son múltiples. Por estar compuesto sobre todo de materiales naturales, sintéticos u orgánicos sujetos a la inestabilidad y la descomposición químicas, el patrimonio documental está permanentemente expuesto a los efectos de las calamidades naturales, como las inundaciones y los incendios, a los desastres provocados por el hombre, como los saqueos, accidentes o guerras, y al deterioro gradual que puede deberse a la ignorancia o a la negligencia, que hacen que no se le provea del cuidado básico ni se almacene o proteja debidamente. En el caso de los materiales audiovisuales y electrónicos también se producen pérdidas por la obsolescencia técnica, ocasionada con frecuencia por imperativos comerciales a los que no se atiende sin concebir a cambio materiales o tecnologías más estables con fines de preservación.
La creciente toma de conciencia de estos riesgos ha hecho advertir que apremia ponerles remedio. Ya se ha perdido definitivamente demasiado patrimonio documental, y para gran parte de lo que queda la preservación intervendrá en el último momento, si es que llega a producirse. Las competencias e instalaciones necesarias para una medida de este tipo se encuentran distribuidas desigualmente en el mundo.
El Programa Memoria del Mundo determina el patrimonio documental de importancia internacional, regional y nacional; lo inscribe en un registro y otorga un logotipo para identificarlo. Facilita asimismo su preservación y el acceso sin discriminación. Además, organiza campañas para sensibilizar sobre el patrimonio documental, alertar a los poderes públicos, a los ciudadanos y a los sectores empresarial y comercial de las necesidades de preservación, y para recaudar fondos.
El Programa Memoria del Mundo es un proyecto verdaderamente internacional con una secretaría central, comités internacionales, regionales y nacionales, y asociados en los sectores gubernamentales, profesionales y empresariales, lo que le permite mantener una perspectiva global que abarca todos los países y pueblos, cuyos esfuerzos colectivos serán necesarios para conseguir que la Memoria se conserve sin distorsiones ni pérdidas.
Cari Hernández López