La Declaración de Independencia de Estados Unidos se redactó a mano sobre piel de becerro en Filadelfia (1776) tras realizar los cambios pertinentes sobre el borrador del Comité de los Cinco, anunciando que las colonias norteamericanas constituían Estados independientes que no se encontraban bajo el dominio británico.
Para garantizar la preservación del documento, en la década de 1820, se ordenaron imprimir 200 facsímiles por John Quincy Adams (6º presidente) que, posteriormente, fueron repartidas a diferentes personalidades. Con la llegada de la Guerra Civil, una de esas copias, concretamente la entregada a James Madison (4º presidente), fue escondida tras el tapiz de una pared con el objetivo de evitar su localización hasta el final de la guerra en 1865.
Con el descubrimiento de este documento tras el papel tapiz, la copia paso bastantes años en un armario de Louisville y después 10 años dentro de una caja de cartón en una oficina de Houston hasta que, hace unos meses, fue vendido a David M. Rubenstein.
Alberto Fraile