Resumen

Desde hace algunos años las distintas profesiones relacionadas con la información se han visto desbordadas por un conjunto de nuevos conceptos procedentes del mundo de las tecnologías de la información y las comunicaciones que han producido un vuelco en nuestra manera de pensar y de actuar. Web semántica y Big Data no son los más triviales, no pasan desapercibidos: las tecnologías en las que se traducen son capaces de generar relaciones, analíticas, rutas alternativas, en cuyo potencial los archiveros y gestores documentales nunca hubiéramos podido llegar a pensar, a pesar de que nuestro trabajo consiste en establecer relaciones, decidir a partir de analíticas y buscar rutas alternativas. Del mismo modo, estas tecnologías han modificado todas las conductas personales y profesionales, incluidas las de los gobiernos, las administraciones y las instituciones de la cultura. Open Data, Transparencia, Linked Data, Gobernanza, son términos que ya forman parte de nuestro vocabulario cotidiano.

Pero no sólo de nuestro vocabulario cotidiano, sino también de nuestro contexto normativo. Los gobiernos y las uniones gubernamentales se han volcado en la producción de regulaciones sobre administración electrónica, transparencia, Open Data, con el fin de establecer un marco jurídico que mantenga bajo control tan presuntamente descontrolada realidad. No existe idea más equivocada: bajo su aparente desorden y exuberancia se esconden unas rigurosas reglas del juego – minuciosos algoritmos, normas técnicas, lenguajes emergentes, bases de datos paralelas – que no siempre coinciden con los requisitos jurídicos, incluso los trastocan y les dan la espalda, pero que establecen un orden más y más enriquecedor, más y más inteligente.

Para los archiveros y gestores documentales, que nos desenvolvemos siempre en las fronteras del desconocimiento, aproximarse a estos entornos, tanto el técnico como el legal, deviene imperativo, en la medida en la que nuestra principal herramienta de trabajo, ese “no saber, o “no siempre saber”, puede convertirse en un “no saber inteligente”, en un “no saber grande”, en el Smart, el Big Recordkeeping. Ello siempre dentro de los márgenes, que unas leyes cada vez más adecuadas a la realidad, nos permiten. El presente monográfico de Tabula está orientado precisamente a mostrar algunos de los mecanismos tecnológicos, legales y conceptuales que mejor explican la manera de incrementar, enriqueciéndola, nuestra mejor arma, el desconocimiento.

A los artículos que componen el monográfico se unen un homogéneo conjunto de artículos que, si bien no estrictamente enfocados hacia las tecnologías y los retos legales que éstas han desencadenado, pueden considerarse muy abiertos, desde la perspectiva política. Se trata de las ponencias presentadas en la Jornada  Documentación, política y activismo que se celebró en Salamanca a finales de 2014. ¿Puede un archivero no hacer política, hoy en día? Aurelio Martín Nájera explora el Archivo Histórico del Partido Socialista Obrero Español, enfocado en la Fundación Pablo Iglesias. A otro tanto se aplica Victoria Ramos Bello con respecto al Archivo del Partido Comunista de España. El movimiento Archivo 15M, por su parte, describe el modo, no siempre convencional, en el que los documentos generados por el Movimiento se están manteniendo y gestionando. Por último, Estefanía Rodero Sanz, haciendo uso del caso de Podemos, se une a la perspectiva de una gestión documental política, del archivero activista.

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